LA CADENA MÁGICA 

Se consigue reuniendo a toda una serie de personas que se dan la mano para formar un círculo. Todos concentran su energía en un objetivo determinado y la voluntad de cada uno de los participantes se halla multiplicada por el número de operadores. Estos pueden cogerse de la mano o por el hombro.

También pueden formar un círculo de un diámetro más pequeño y situar sus manos en el centro del círculo, unas encima de las otras y sin que se toquen.

La cadena mágica más eficaz se forma de la siguiente manera:

Los hombres que participan en ésta cruzan sus brazos sobre su pecho. Su mano derecha es sostenida por la mano izquierda del vecino de ka izquierda, y con su mano izquierda, sostienen la mano derecha de su vecino de la derecha.

El hechicero se sitúa frente a oriente. Los dos participantes que se encuentran a su derecha y a su izquierda están unidos a sus vecinos tal y como se ha descrito anteriormente, pero no cogen la mano del hechicero y se limitan a poner su mano libre sobre su bombro, es decir, a su derecha y a su izquierda.

El hechicero o maestro de la cadena, por consi-guiente, tiene las manos libres. Las dirige formando una punta sobre la imagen o la figurita a hechizar. Esta se sitúa sobre un soporte de madera en el centro de la cadena.

Algunas sociedades secretas utilizan esta eficaz disposición que implica, claro está, al igual que cualquier método de hechizo, la utilización de un ritual. La cadena mágica es una técnica que nos interesa en particular, ya que puede ser utilizada como defensa. Volveremos a hablar de ello más adelante.

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