Magia casera y moderna. Capítulo 6
La magia casera es una de las más populares y asentadas en los hogares. En este capítulo hemos efectuado algunos arreglos que que pretenden modernizar, con la ayuda de utensilios cotidianos, las prácticas mágicas más tradicionales. En cualquier caso, con este apartado se pretende rendir un tributo a todas esas personas que, a lo largo de los siglos, han ido descubriendo, potenciando y usando las cualidades de todo lo que tenían en su hogar para, como si de un templo se tratase, convertirlo en un recinto mágico.
Espejo para evitar robos en la casa
La tecnología pone a nuestro alcance multitud de sistemas de seguridad para evitar que nuestra casa se vea visitada por los amigos de lo ajeno. Puertas blindadas, circuitos cerrados de televisión, sofisticadas alarmas conectadas a una central o las simples, aunque no menos eficaces, cerraduras y candados protegerán el hogar. Para reforzar la tecnología proponemos un sencillo ritual que actuará de parapeto.
Materiales:
. Un espejo de cualquier tamaño.
. Alcohol.
• Dos cucharadas de azufre.
• Dos cucharadas de ruda.
• Dos cucharadas de sal.
• Dos cucharadas de pimienta negra recién molida.
• Una hoja de laurel doblada en cuatro.
• Una pizca de polvo resultante de barrer la casa.
• Una foto familiar en la que aparezcan los componentes de la
• Un sobre que pueda contener todo lo anterior.
• Tinta roja.
• Lacre de color rojo.
• Una cruz pequeña, o cualquier elemento que tenga esta
• Dos espigas.
• Cinta aislante de color negro.
Escogeremos un domingo a primera hora de la manana.
Dentro del sobre pondremos azufre, ruda, sal, pimienta, laurel y el polvo resultante de barrer el recibidor. Detrás de la fotografía escribiremos, con la tinta roja, el nombre de pila de todos sus habitantes. Cerraremos el sobre y anotaremos los dos apellidos familiares. Seguidamente, fundiremos, con ayuda de una cerilla, una gota de lacre rojo en cada una de las esquinas del mismo y otra en el centro, de manera que figuren cinco puntos equidistantes. Sellaremos el lacre aún tierno con la cruz, de forma que esta figura quede estampada y visible. Limpiaremos el espejo con alcohol, ayudándonos de un trapo de algodón blanco y, una vez seco, en el dorso centraremos el sobre atravesado por las dos espigas en forma de aspa. Pegaremos todo con cinta adhesiva. Es importante que el espejo se ubique frente a la puerta de entrada de la casa, de manera que rebote mágicamente todo lo que proceda del exterior; y, además, aconsejamos que en el recibidor se coloque un cactus de
buen tamaño.
Retenga a su amor con ayuda de la batidora.
El amor es una flor delicada que debe protegerse de los malos vientos que provocan las interferencias de terceras personas; de las heladas de la indiferencia; de la sequía que comporta la falta de comunicación, así como de las inundaciones que encharcan nuestro amor con los reproches y la carencia de relaciones íntimas. Nuestra recomendación es que sigan al pie de la letra el siguiente ritual y el corazón de la persona deseada se transformará en un jardín florido.
Materiales:
• Una batidora o minipimer:
• Los pétalos de tres fragantes rosas rojas.
• Tres cucharadas de agua de rosas.
• Tres cucharadas de crema de leche.
• Tres cucharadas de miel de azahar:
• Tres cucharadas de aceite de almendras.
• Tres cucharadas de canela en polvo.
• La pulpa de medio kiwi.
• Un cuenco de barro o madera.
• Tres velas
• Una varita de incienso de pachuli.
• Un pañuelo de seda de color rosado.
El día ideal para proceder a iniciar el siguiente ritual será el vier-nes, con luna nueva o creciente y pasadas las doce de la noche. Se puede repetir todos los viernes durante un mes, dejando descansar una semana y reiniciando la operación, siguiendo el mismo ciclo.
En el vaso de la batidora dispondremos todos los ingredientes a excepción de la varita de incienso y las velas. Conectaremos el apa-raco a velocidad moderada y batiremos durante treinta segundos, mientras visualizamos a la persona que deseamos retener. Reiniciaremos la operación treinta segundos más o hasta que los ingredientes formen una crema homogénea; a continuación, la verten-mos en el cuenco. Sin accionar la luz eléctrica y en absoluta soledad prenderemos, con una ceilla de madera, las tres velas rojas colocadas formando un triángulo. En el centro de él, dispondremos el incienso de pachulí encendido con la llama de todas las velas.
Nos ducharemos de forma habitual y nos secaremos sin salir de la ducha. Seguidamente, untaremos los dedos en el cuenco e iremos extendiendo la mágica mezcla por todo el cuerpo, empezando por el rostro y terminando por la punta de los pies. Masajearemos sua-vemente, con movimientos circulares, haciendo hincapié en el centro de la frente, en el plexo solar y a unos cinco centímetros por debajo del ombligo. El tiempo de esta operación no deberá ser inferior a los diez minutos y en el transcurso del mismo, iremos creando las imágenes mentales que nos acerquen a la situación deseada.
Finalizada la operación, aclararemos con agua caliente, a excepción del bajo vientre, al que someteremos a una temperatura más fría.
Después nos secaremos con una toalla limpia. Apagaremos las velas con los dedos pulgar y corazón, humedecidos con saliva y dejaremos que el incienso se termine de consumir en nuestro dormitorio. Guardaremos las velas, envueltas en un pañuelo de color rosa, en el cajón de la ropa interior, hasta su próxima utilización.
Ritual mágico para congelar las malas influencias
Si algún elemento de la familia presenta signos de irritabilidad, cambios de actitud y de carácter, mal humor, cansancio, falta de energía, insomnio o quizás molestas pesadillas, ha llegado el momento de actuar y, para cortar las malas influencias a las que está sometido nos ayudaremos de los siguientes elementos:
Materiales:
• El congelador de nuestra nevera.
• Una manzana grande y roja.
• Tres cabellos de la persona que se va a tratar.
• Un pedacito de ropa interior, sin lavar, utilizada por dicha persona.
• Una cucharada de sal.
• Tres gotas de amoníaco.
• Tres clavos de especia.
. Cordel blanco para atar.
. Una bolsa de plástico negra.
. Cinta aislante también de color negro.
Elegiremos cualquier hora y día de la semana. La única condición es que estemos solos y que hayamos limpiado escrupulosamente el lugar escogido que será, preferentemente, la cocina. Váciar, descongelar y limpiar todo el interior de la nevera con agua tibia y bicarbonato. En cuanto esté seca toda la superficie, la conectaremos a la red eléctrica. Lavaremos la manzana con agua y sal y, una vez. seca, escribiremos con un objeto punzante, las iniciales de la persona en cuestión. Con la ayuda de un cuchillo haremos un corte circular en la parte superior, de manera que se desprenda en forma de rapa. Reservaremos dicha tapa y profundizaremos en la pulpa de la manzana ayudados de una cucharilla, de forma que el hueco quede ampliado. En dicho hueco, pondremos los tres cabellos, el pedacito de ropa interior, la sal, el amoníaco y los clavos de especia, y lo taparemos con el resto de la manzana reservada para tal fin. Ataremos la fruta con el condel de algodón, terminando la operación con nueve nudos apretados. Introduciremos la manzana en el interior de la bolsa de plástico negra y la sellaremos, envolviéndola completamente con la cinta aislante. Introducir en el congelador: Pasados cuarenta días, tiraremos la fruta a las aguas de un río de curso rápido. Dentro del congelador podremos seguir guardando los alimentos elegidos para su conservación, ya que el ritual arriba señalado no afectará a sus propiedades nutritivas.
Centrifugado mágico para incrementar la economía
De la misma manera que el centrifugado de la lavadora nos ayuda a acelerar el proceso de secado de nuestra ropa, así actuará con respecto a los problemas de liquidez.
Materiales:
• Una lavadora.
• Harina de maíz.
• Ocho granos de comino.
• Ocho granos de pimienta verde.
• Una pequeña piedra de malaquita.
• Una fotocopia del billete de curso legal que posea el importe
mas elevado.
• Un rotulador o bolígrafo de cualquier color pero que sea
resistente al agua.
• Leche fresca de vaca.
• Un vaso de cristal trasparente.
• Una bolsa resistente y gruesa de plástico blanco.
• Cinta aislante del mismo color:
• Una maceta nueva de barro con tierra.
• Una planta de romero.
• Una planta de romero.
A plena luz del día, cualquier miércoles que el cielo se ilumine con la acción benefactora de la luna creciente. Podremos repetirlo una vez cada quince días. Escribiremos en la fotocopia del billete, la cantidad justa con la que necesitamos incrementar la economía, teniendo cuidado en ser realistas en la petición, sin caer en la avaricia o la exageración. Llenaremos un vaso con leche caliente e introduciremos la fotocopia del billete veinticuatro horas. Transcurrido este tiempo, desmenuzaremos el billete con ayuda de los dedos. Encima de un mármol limpio extenderemos la harina de maíz a la que añadiremos comino y pimienta verde mineral de malaquita; la mezclaremos con el contenido del vaso de leche hasta formar una bola con-sistente. Pondremos dicha bola en el interior de la bolsa de plástico y la sellaremos con la cinta aislante. Introduciremos el paquete en la lavadora conectando el centrifugado corto.
Durante el tiempo que dure este último, permaneceremos delante del electrodoméstico, concentrándonos en la petición.
Prepararemos la maceta, disponiendo en su base dos dedos de tierra y la bola extraída del paquete, rellenándola con más tierra y la ola y de romero. Dejaremos el tiesto así preparado en el exterior de nuestra casa, en un lugar soleado, efectuándole riegos abundantes con agua mineral.
Licuado de frutas para revitalizar el organismo.
Los cambios estacionales, el exceso o la carencia de trabajo, los tropiezos sentimentales o las situaciones fuera de control pueden alterar las defensas del organismo, siendo candidatos a numerosas molestias provocadas por las malas digestiones emocionales. Para enfrentamos a los avatares de la vida con la energía necesaria que hará de nosotros unos buenos saltadores de obstáculos, procedene-mos a efectuar el siguiente licuado:
Materiales:
• Una licuadora.
• Una naranja.
• Un limón.
• Un pomelo.
• Un kivi.
• Tres cucharadas de azúcar de caña.
• Tres cucharadas de ron de caña.
• Un cuarzo rosa.
• Un recipiente pequeño de barro con tapa.
• Sal.
• Un pañuelo blanco de algodón, seda o lino.
Limpiaremos el recipiente y el cuarzo rosa con agua caliente y sal. Bien aclarado y seco, pondremos en él el cuarzo junto con el ron y el azúcar de caña, removiendo hasta formar una masa densa.
Dejaremos reposar bien tapado en el exterior durante veinticuatro horas. Completado este tiempo, estaremos preparados para introducir en la licuadora todos los ingredientes, siguiendo el orden de la relación dada más arriba. A continuación, los mezclaremos con el contenido del recipiente de barro al que habremos extraído la piedra de cuarzo rosa, que guardaremos envuelta en un pañuelo blanco dentro de un cajón de nuestro dormitorio. Se deberá consumir el batido por la mañana durante todo un mes, a días alternos. Su agradable sabor y los efectos energéticos positivos que de él se desprenden, hará que el licuado pueda incorporarse agradablemente a las costumbres dietéticas cotidianas. En caso de que el consumo del batido vaya destinado a niños, adolescentes o que la persona que deba ingerirlo sea abstemia, podemos sustituir el ron por agua embotellada.