PROFILAXIS DEL DESHECHIZO


Existe todo un conjunto de métodos que permiten retirar toda eficacia al trabajo del hechicero. En el ámbito de la magia estos métodos asumen el mismo papel que el asumido por las vacunas en el ámbito de la medicina.

El primer principio es que un ser mezquino no tiene nada que hacer contra otro ser cuyo espíritu sea más elevado. Una persona dotada de una excelente moralidad, de un espíritu evolucionado, de un alma de un ser inferior a él 

La mayoría de las veces, el hechicero suele ser un individuo inferior, si no lo es en lo que concierne a la inteligencia, al menos sí lo es en el aspecto de la moralidad y de la calidad del alma.

Aun en el caso de que el hechicero utilice todas sus fuerzas externas y que, tradicionalmente, se designan con el término de «Poderes del abismo», éstas jamás podrán llegar a actuar contra la protección psíquica que proporciona un alma fuerte y noble.

La plegaria, cuyo objeto es el de pedir ayuda a las fuerzas superiores, independientemente de la religión

del sujeto, es uno de los medios más eficaces para luchar contra los hechizos. Esta plegaria debe ser una plegaria de amor y de perdón y, así, su influencia será mucho más poderosa que la del hechicero que no hace más que invocar a las fuerzas inferiores del mal.

En nuestras regiones, el signo tradicional de protección es el de la cruz. Aunque durante la plegaria ordinaria, este signo deba ser realizado según el rito, cuando se invoque a los poderes superiores, y con el fin de obtener una mayor protección mágica, deberemos realizar este signo cubriéndonos todo el cuerpo y bajando el brazo hasta la altura de los pies.

También podemos aconsejar otras actitudes a todos aquellos que se sientan amenazados por un hechizo.

Primero, les recomendaremos que no fijen su mirada sobre ninguna persona, a menos que sea absolutamente necesario y, sobre todo, que eviten hacerlo durante los días en los que estén muy deprimidos.

Así pues, durante las conversaciones, bajarán ligeramente los ojos sin humildad, y cuando miren de frente a aquél o a aquélla con quien hablen, lo observarán manteniendo sus ojos en la raíz de la nariz.

Además, también deberán evitar el contacto prolongado con la mano de las personas con las que se encuentren y, si se sienten excesivamente influenciados ante la fascinante mirada de alguien, deberán cerrar el pulgar de una mano sobre el dedo anular y el del corazón que lo esconderán doblándose sobre él, mientras que el índice y el meñique apuntarán hacia adelante, dirigiéndose hacia la persona en cuestión, pero sin que ésta se dé cuenta.

Deberemos evitar por todos los medios cos los de ropa, etcétera, que, tal y como sabemos, pueden aumentar la fuerza del hechizo.

Echaremos al fuego todos aquellos objetos sospechosos que podamos encontrar en nuestras casas.

Además, utilizaremos todos los medios de defensa que se han conservado desde tiempos inmemoriales a través de la tradición mágica. Los más importantes son los dientes, las pezuñas y el falo.

Los collares de los primitivos estaban hechos con dientes porque el diente es un arma natural. El collar de los salvajes que llevan dientes de fieras y a veces también humanos, siempre están fluidificados por un eficaz ritual. Si no podemos conseguirlos, nos conformaremos con un diente de algún animal salvaje que llevaremos en el puño derecho o en el cuello y del que jamás nos desharemos. Lo consagraremos pasándolo por el humo del incienso y pronunciando estas palabras

«Dios misericordioso, grande y poderoso, adoro tu suprema majestuosidad. Concede la gracia de recibir la virtud de los salmos a tu siervo. Te conjuro por tus santísimos nombres, Agla, Aglaï, Agios, Othés, Alpha y Omega para que me sea concedido el total cumplimiento de mi petición.

»Oh, Dios, fuerte y abundante en dispensar gra-cias, que tu santo nombre sea alabado y glorificado eternamente. ¡Así sea!»

Las garras de un animal poseen el mismo efecto protector que el de los dientes. Se llevarán y se consagrarán tal y como ya ha sido indicado para los dientes.

El falo es el simbolo de la vida, en perpetua lucha contra los poderes de destrucción y de muerte. Es un símbolo solar al que los antiguos no atribuían ninguna interpretación obscena. Signo pagano, fue conservado bajo una nueva apariencia para satisfacer las exigencias de la moral cristiana. La madera que tocamo cuando decimos con supersición: «(Toco madera. no es más que un recuerdo de la protección fálica. Para ello, un collar o una pulsera que lleven el simbolo fálico, se convertirá en una eficaz protección.

Las medallas y los talismanes de defensa también son excelentes medios para protegerse contra los hechizos y para facilitar el deshechizo, cuando el maleficio todavía está en curso. Gracias a las medallas y a los talismanes, podremos anular la acción del hechicero y eliminar lentamente su influencia psíquica, liberándonos así de su dominio.

Las medallas de San Benito, la de la Virgen y las de Santa Filomena son las más recomendadas por los ocultistas. La de San Benito presenta la imagen de la Cruz y, por la otra cara, la efigie de este santo que supo luchar con eficacia contra los demonios. Las inscripciones que lleva grabadas son frases cuyo objetivo es el de ahuyentar a los malos espíritus.

Esta medalla constituye, en el sentido mágico del término, un verdadero pentáculo y, a este respecto, debemos prevenir al lector contra los amuletos de la suerte fabricados industrialmente y destinados a satisfacer las más inútiles supersticiones.

Por el contrario, el pentáculo ha sido creado de acuerdo con las leyes de la magia, y por este motivo resulta sumamente eficaz.

El pentáculo más activo debe ser fabricado por un ocultista y llevar los símbolos planetarios tradicionales.

Su creación exige el conocimiento gráfico de unos símbolos bastante complicados.

Resulta mucho más cómodo utilizar un pentáculo, en cierto modo «impersonal», cuya realización está al alcance de todos. La eficacia de dicho pentáculo no será tan absoluta, pero en la mayoría de los casos, será suficiente y resultará mucho más sencillo de fabricar.

He aquí las dos caras de un eficaz pentáculo atribuido a Paracelso:


Para darle fuerza, deberemos escoger el día y la hora de su creación de acuerdo con el método indicado en el siguiente capítulo, dedicado a los contra-hechi-zos. Además, deberemos obedecer las siguientes condiciones ritualísticas:

«Coger un pergamino virgen, rociado con agua bendita y pasarlo bajo el humo del incienso. Inscribir en el día y en la hora señaladas, los caracteres que deben figurar con tinta china procedente de una carga de tinta disuelta en agua bendita. Antes de utilizarla, pasar la pluma nueva por el humo del incienso».

Siempre deberemos llevar el pentáculo en una bolsita de seda o de lino, atada con un cordoncillo del mismo material, alrededor del cuello o en la cintura, a la altura del plexo.

El pentáculo dibujado será consagrado tal y como hemos indicado antes. Algunos piensan reforzar el poder del pentáculo utilizando los colores planetarios, pero Galcián no dice nada a este respecto. No complicaremos nuestra técnica operatoria con este último elemento que, además, tampoco resulta indispensable.

Quienes deseen hacerlo así, deberán recordar que los colores utilizados deberán ser naturales, nunca colores químicos. Precisamente, esta dificultad para poder encontrar colores naturales es lo que nos ha llevado a evitarle al lector este detalle que, una vez más, refuerza ligeramente la acción del pentáculo, pero no es una condición indispensable para el éxito.

La protección también podrá estar asegurada mediante la utilización de un talismán, mucho más fácil de confeccionar que un pentáculo y que será casi tan eficaz, aunque no haya sido preparado de acuerdo con las reglas de la magia talismánica.

La característica esencial del talismán es la de atraer una influencia benéfica, mientras que el amuleto aparta simplemente una amenaza con la condición de que éste haya sido confeccionado ritualmente lo cual, en la práctica, suele ocurrir en muy contadas ocasiones.

Es muy fácil que nos sonriamos cuando empecemos a tratar la talismania y que la consideremos como una superstición elemental. Por ello, consideramos necesario exponer aquí el pensamiento que anima la creación talismánica.'

Una vez más, nos mantendremos imparciales y nos limitaremos a presentar los hechos y elementos de una tradición.

El principio directivo de la Talismania es el siguiente: durante el transcurso de su vida, un individuo posee un cierto número de posibilidades. Para reforzar estas posibilidades, hay que recurrir a las posibilidades de un tercero. No se trata de crear, sino de transferir.

Resulta conveniente precisar que este concepto no presupone un estrecho determinismo. No prejuzga el período o las condiciones de la vida durante las cuales se presentan las oportunidades, sino que tan sólo presupone que cada individuo dispone de una parte de su suerte para utilizar a lo largo de su existencia. La talismania le permitirá poderla aumentar de forma excepcional en detrimento de otro ser, lo cual podría resultar peligroso, pero sobre todo y por regla general, lo que le permitirá será orientar las fuerzas benéficas y utilizarlas en el tiempo y en el espacio a favor de sus propios intereses.

La Talismania honesta pide al sujeto que pague, de buen grado, la felicidad que ésta le conlleva consintiendo a un sacrificio libre, en otro plano.

La Talismania con fines maléficos actuará disminuyendo mágicamente la parte de suerte de un tercero, en beneficio del sujeto. Realizará, en resumen, un hechizo triangular.

El Talismanista imprudente que se haya entregado a esta experiencia, podrá verse perjudicado por el efecto bumerang y tendrá que pagar por las ventajas que haya podido obtener para aquel que protege.

Antes de adentrarnos en la práctica talismánica, consideramos necesario exponer su doctrina. La imagen nació del pensaminto en el estado puro y es el único medio del que disponemos para dar una forma concreta a los conocimientos humanos.

Existe un alfabeto simbólico que permite conocer, en el plano mágico, la arquitectura de las imágenes.

Este alfabeto fue creado por el hombre y se halla sometido a la gran ley de analogía que rige el universo.

He aquí los principales elementos de este alfabeto:

La Cruz expresa la idea de resplandor. Es anterior al cristianismo. Es la imagen doble de la destrucción y de la creación y aquel que rompe, corta o dobla un papel forma una cruz.

La Cruz es el símbolo de la luz que crea o del fuego que destruye.

Esotéricamente, el Pentagrama expresa la idea del conocimiento y de la sabiduría. Representa la imagen del hombre que aparta los muros que lo aprisionan y le impiden acceder al saber.

Así pues, representa el Deseo y el Saber, la Sabiduría y el Amor. Encontramos el pentagrama cuando cortamos una manzana, y esta fruta, no debemos olvidarlo, procede del árbol de la Ciencia del bien y del mal!...

El Hexagrama o estrella de seis puntas que forma el sello de Salomón expresa la idea de la creencia de una vida futura, del conocimiento del hecho de que los hombres no son más que eslabones de una inmensa cadena que conduce a la más elevada vida espiritual.

También evoca la noción de equilibrio y de ley inexorable.

La combinación de las formas elementales, el triángulogulo y el círculo, con estos signos (que en cierta forma ya son sílabas) permite poder expresar numerosos pen-samientos.

No seguiremos profundizando en el estudio de los talismanes, pero nos ha parecido útil hacer un resumen de los principios básicos que, tal y como podéis obser-var, sobrepasan ampliamente el ejercicio de una sencilla superstición para ahondar profundamente en las fuentes del conocimiento tradicional.

Todo vive y vibra en función de la vida planetaria.

Las mujeres se hallan sometidas al ritmo de la Luna.

Todos los vegetales experimentan las fases del Sol e, incluso algunos, se muestran sensibles a las fases lunares.

Este último punto, a menudo puesto en duda por ciegos adeptos de la ciencia experimental, ha sido confirmado en un laboratorio americano por un honrado y concienzudo científico y de comportamiento intachable.

Si es cierto que el talismán actúa por transferencia (volveremos sobre este punto), es igualmente cierto que, a veces, también suele actuar por autosugestión.

Y, en definitiva, tampoco es menos cierto que el talismán es, en sí mismo, un condensador de fuerza cuya energía puede ser utilizada por el hombre para prote-gerse.

Hay talismanes generales cuya influencia es limitada y que se hallan establecidos en función de la fecha de nacimiento. Todos los tratados de Astrología los mencionan.

Nosotros tan sólo recordaremos, a título de indicación, algunos elementos:


ARIES: anillo de hierro forjado, adorno con rubís y granates.

TAURO: esmeralda, zafiro, berilo y cornalina naranja.

GÉMINIS: ágata, topacio, jaspe.

CÁNCER: sardónice, piedra de luna.

LEo: oro.

VIRGO: ágata amarilla y topacio.

LIBRA: esmeralda y diamante.

ESCORPIO: sardónice, hierro, rubí.

SAGITARIO: estaño, turquesa.

CAPRICORNIo: azabache, ónice, plomo.

AcuARIo: turquesa, plomo.

PIscis: crisolita y amatista.


Si realmente deseamos utilizar talismanes eficaces, deberemos tener en cuenta los decanatos. No sólo elegiremos una piedra protectora, sino un talismán «verdaderamente específico del decanato» en el que hayamos nacido.

Sabemos que cada signo está dividido en tres decanatos con una duración real de diez días, que se hallan regidos por una influencia planetaria distinta:

Recordemos rápidamente la enumeración de los decanatos:

ARIES: Júpiter-Venus-Mercurio.

TAURO: Venus-Venus-Marte.

GÉMINIS: Júpiter-Marte-Mercurio.

CÁNCER: Marte-Venus-Mercurio.

LEO: Venus-Venus-Marte.

VIRGO: Júpiter-Marte-Mercurio.

LIBRA: Venus-Júpiter-Mercurio.

ESCORPIO: Venus-Mercurio-Marte.

SAGITARIO: Venus-Sol-Júpiter.

CAPRICORNIO: Venus-Júpiter-Júpiter.

ACUARIO: Júpiter-Sol-Júpiter.

PISCIS: Júpiter-Luna-Marte.


Llevar un talismán siempre resultará muy útil, pero todavía podrá serlo mucho más si no se lleva simplemente por meras resonancias astrológicas, sino con la intención precisa de favorecer una determinada acción.

En materia de hechizos, el talismán que debe utilizarse es el de Marte. El mejor momento para prepararlo es cuando los signos de Marte, Aries o Escorpio, atraviesan el horizonte, o bien, cuando el Sol se halla en uno de estos dos signos.

También podremos elegir un día, un decanato y una hora de Marte. El hierro será el metal elegido y, si el talismán está hecho de una materia inerte como, por ejemplo, el cartón, deberemos pintarlo de color rojo.

Dibujaremos el signo de Marte y, si es posible, escribiremos los nombres de los genios marcianos.

Para terminar, señalaremos que una misma persona puede llevar varios talismanes al mismo tiempo: por ejemplo, uno de Marte para protegerlo de los hechizos con uno de Venus que le proporcione amor o se lo conserve…

Pero insistir sobre este tema nos obligaría a exponer los detalles de la técnica de la Talismania, lo cual, realmente, no es nuestro objetivo. Sin embargo, ya tenéis los suficientes datos como para poder utilizar la talismania para protegeros contra los hechizos. Esta breve exposición no tenía otro propósito.

Ahora estáis en posesión de una disciplina psíquica que os permite luchar con éxito contra el enemigo.

Disponéis de los medios prácticos para no sucumbir bajo su influencia y tenéis las bases para protegeros, por la via talismánica. Así pues, si os atacan, ya podréis defenderos o protegeros contra este ataque.

Todo esto constituye lo esencial de la técnica del deshechizo

En el capítulo siguiente, estudiaremos las técnicas activas de contrahechizo.

Sin embargo, antes de hacerlo, resultará conveniente explicaros un ritual elemental de defensa tan útil para el deshechizador como para el contra-hechizador, puesto que la actividad de estos dos operadores se halla muy vinculada y muchas veces se superpone en su forma de actuar.

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